El ruido que en plena madrugada generan los
motores en marcha del ferry que duerme en Ceuta ha terminado por movilizar a
los vecinos de las barriadas cercanas e incluso se ha colado, como tema
prioritario, en la reunión que el consejo de administración de la Autoridad
Portuaria celebrará el próximo viernes 22.
Las quejas,
traducidas incluso en recogida de firmas, tienen argumento legal: un informe
encargado por la propia Autoridad Portuaria en 2014 ya alertaba de que los
niveles de contaminación acústica provocados por los motores en funcionamiento
del Passió superan con creces los límites permitidos.
Caballas ha recogido el guante de las críticas y reclamará en la reunión de la
próxima semana “que se cumpla la legislación vigente” y se ponga fin, de una
vez, al perjuicio sobre cientos de familias que ocupan los bloques de viviendas
más próximos a los puntos de atraque.
Los vecinos de áreas como Estación de Ferrocarril, el Sardinero o la Junta de
Obras del Puerto saben lo que es soportar, durante toda la madrugada, el
persistente ruido de la maquinaria en marcha. ¿Por qué permanecen en
funcionamiento? Según las fuentes consultadas por este periódico, por una mera
cuestión económica: apagarlos y volverlos a encender unas horas después resulta
más caro que dejarlos en marcha entre el último atraque –a la 1:00 de la
madrugada, aproximadamente– y la primera salida de la mañana, a las 6:00. Eso
sí, con el consiguiente perjuicio para el sueño de los vecinos.
Caballas asegura que ya trasladó hace meses la denuncia a la
Autoridad Portuaria y que, ante el silencio administrativo, exigirá “que se
cumpla simplemente la legalidad, algo que no admite discusión posible”, en
palabras de su número dos, Juan Luis Aróstegui. El candidato de la formación
localista recuerda que sobre la mesa de la institución que dirige José Torrado
se encuentra un informe elaborado por la consultora AGM Geotecnia
Medioambiental que certifica, con las preceptivas mediciones, que el nivel de
ruido que inunda las proximidades del punto de atraque es excesivo. “Si existen
las denuncias y existe un informe que lo acredita, pues habrá que reclamarle a
la naviera que cumpla la ley”, insiste Aróstegui.
El documento en cuestión, al que ha tenido acceso El Faro, está también en
poder desde el año pasado del Comité de Seguridad y Salud de la Autoridad
Portuaria. Los resultados de las mediciones, efectuadas entre julio y
septiembre del pasado año, son contundentes: las viviendas cercanas al punto de
atraque nocturno del Passió per Formentera –el ferry de Balearia al que la
consultora atribuye el ruido– soportan niveles de contaminación acústica que
sobrepasan los límites legales. Y lo acredita con cifras. Tomando como punto de
referencia un piso situado en la novena planta del Edificio Mare Nostrum, en la
esquina entre las avenidas España y Ejército Español, el estruendo
provocado por los motores sin apagar marcó 59,4 decibelios en el interior del
domicilio con las ventanas abiertas, muy por encima de los 45 que establece la
legislación como tope. Con las ventanas cerradas, el ruido desciende a 38
decibelios, pero también excediendo los 30 fijados como máximo soportable.
Las tomas de ruido se realizaron en diferentes días y hasta a cuatro distancias
distintas del foco de ruido provocado por el Passió (entre 100 y 500 metros, según los
casos). Todas concluyeron idénticas irregularidades. Aróstegui revela que la
Autoridad Portuaria ha propuesto hasta tres soluciones de índole técnica a la
naviera para solucionar el problema, pero ésta no habría aceptado ninguna “por
la simple cuestión de sobrecoste” que le acarrearían. “Eso es inadmisible.
Nadie quiere que el Passió ni Balearia sufran perjuicios ni que afecte a la
línea, pero es que la ley está para cumplirse, más aún cuando hay soluciones
planteadas”, insiste.
Caballas, que asegura haber recibido numerosas quejas vecinales, sólo intuye
dos vías de solución: “O la empresa cumple la ley o tendrá que ser sancionada
y, además, apagar los motores”. Aróstegui advierte de que no sólo la Autoridad
Portuaria debe involucrarse en las presiones sobre la naviera, sino también la
Ciudad a través de la Consejería de Fomento, con competencias en el área.
NOTICIA EXTRAÍDA DE EL FARO DE CEUTA DOMINGO 17 DE MAYO 2015