Los efectivos del GEDEX se trasladaron desde Algeciras y durante toda la mañana de ayer recabaron pistas en la zona de la catástrofe. Las conclusiones se trasladarán al Juzgado aunque se desconoce la fecha.
Los artificieros del Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil han iniciado las pesquisas para esclarecer los hechos que rodearon la explosión en los terrenos del Fuerte Mendizábal. Para ello un grupo de especialistas procedentes de Algeciras trabajaron ayer en la zona de la catástrofe recabando pistas que arrojen luz sobre los acontecimientos acaecidos en la tarde del pasado martes.
Fuentes de la Guardia Civil en nuestra ciudad no han podido confirmar cuando estará finalizado el informe del GEDEX que será remitido al Juzgado a fin de aclarar las causas de la terrible explosión que dejó malheridos a diez personas.
La Guardia Civil tiene el encargo de custodiar los explosivos hasta el momento en que se emplea, aunque sus cometidos comienzan antes. Desde el momento en que reciben la comunicación de que se va a efectuar el traslado de este material, el Servicio de Intervención de Armas y Explosivos activa el dispositivo para comprobar que ha llegado hasta el punto de recepción. Una vez allí se procede a verificar la documentación aportada y los permisos de manipulación de los explosivos. El siguiente paso sería la comprobación de que los explosivos van dirigidos a la empresa de voladura para la que han sido solicitados de modo que puedan ser, posteriormente, trasladados hasta el lugar en el que se van a efectuar las explosiones controladas. Ahí es donde comienza la verdadera labor de vigilancia para evitar intentos de sustracción del peligroso material.
A grandes rasgos ese es el trabajo que efectuan los efectivos de la Guardia Civil en las actuaciones de voladuras controladas, mientras que la parte técnica corresponde a la empresa encargada de realizarla.
Los restos de explosivos que no han sido utilizados se eliminan mediante una segunda voladura, o bien se solicita un depósito en instalaciones militares.
Las demoliciones implican meticulosos preparativos
Cualquier proyecto de demoloción implica una serie de meticulosos preparativos para asegurar la seguridad, tanto de los trabajadores como de las personas que puedan encontrarse en las cercanías del lugar.
Antes de comenzar la demolición, es necesario llevar a cabo un estudio de ingeniería para evaluar las condiciones de la estructura o del terreno que debe determinar, entre otras cuestiones, la existencia de sustancias químicas, gases, materiales explosivos o inflamables. Estas condiciones se emplean en demoliciones manuales y con explosivos, aunque en el caso de esta última es obligatorio que una persona calificada haga un estudio completo por escrito de la demolición con explosivos. Dicho informe deberá incluir el transporte, almacenaje e inventario de los explosivos, al igual que cualquier precaución a tomar en caso de producirse un incendio.
Finalmente se deberá hacer una inspección una vez concluida la demolición con el objetivo de asegurar que ha quedado erradicado cualquier tipo de peligro. Es necesario, además, dejar transcurrir el tiempo suficiente para que el polvo, humo y vapores se disipen del área de la explosión antes de permitir el acceso al lugar.
Los preparativos de emergencia son un elemento crucial en el proceso de planificación de la demolición. Los trabajadores deben conocer el modo de responder a situaciones de emergencia y se deben planificar, explicar y publicar las rutas de evacuación. Los centros médicos o de emergencias locales deben indicarse y anunciarse en un sitio de fácil acceso con los números de teléfono y las direcciones correspondientes. También debe disponerse en el lugar de trabajo los equipos de primeros auxilios y de reanimación cardiopulmonar (RCP), junto con los nombres de las personas certificadas en su uso.
El área de la demolición deberá estar claramente marcada para asegurar que solo se permita la entrada del personal autorizado al área restringida del sitio.
Los artificieros del Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil han iniciado las pesquisas para esclarecer los hechos que rodearon la explosión en los terrenos del Fuerte Mendizábal. Para ello un grupo de especialistas procedentes de Algeciras trabajaron ayer en la zona de la catástrofe recabando pistas que arrojen luz sobre los acontecimientos acaecidos en la tarde del pasado martes.
Fuentes de la Guardia Civil en nuestra ciudad no han podido confirmar cuando estará finalizado el informe del GEDEX que será remitido al Juzgado a fin de aclarar las causas de la terrible explosión que dejó malheridos a diez personas.
La Guardia Civil tiene el encargo de custodiar los explosivos hasta el momento en que se emplea, aunque sus cometidos comienzan antes. Desde el momento en que reciben la comunicación de que se va a efectuar el traslado de este material, el Servicio de Intervención de Armas y Explosivos activa el dispositivo para comprobar que ha llegado hasta el punto de recepción. Una vez allí se procede a verificar la documentación aportada y los permisos de manipulación de los explosivos. El siguiente paso sería la comprobación de que los explosivos van dirigidos a la empresa de voladura para la que han sido solicitados de modo que puedan ser, posteriormente, trasladados hasta el lugar en el que se van a efectuar las explosiones controladas. Ahí es donde comienza la verdadera labor de vigilancia para evitar intentos de sustracción del peligroso material.
A grandes rasgos ese es el trabajo que efectuan los efectivos de la Guardia Civil en las actuaciones de voladuras controladas, mientras que la parte técnica corresponde a la empresa encargada de realizarla.
Los restos de explosivos que no han sido utilizados se eliminan mediante una segunda voladura, o bien se solicita un depósito en instalaciones militares.
Las demoliciones implican meticulosos preparativos
Cualquier proyecto de demoloción implica una serie de meticulosos preparativos para asegurar la seguridad, tanto de los trabajadores como de las personas que puedan encontrarse en las cercanías del lugar.
Antes de comenzar la demolición, es necesario llevar a cabo un estudio de ingeniería para evaluar las condiciones de la estructura o del terreno que debe determinar, entre otras cuestiones, la existencia de sustancias químicas, gases, materiales explosivos o inflamables. Estas condiciones se emplean en demoliciones manuales y con explosivos, aunque en el caso de esta última es obligatorio que una persona calificada haga un estudio completo por escrito de la demolición con explosivos. Dicho informe deberá incluir el transporte, almacenaje e inventario de los explosivos, al igual que cualquier precaución a tomar en caso de producirse un incendio.
Finalmente se deberá hacer una inspección una vez concluida la demolición con el objetivo de asegurar que ha quedado erradicado cualquier tipo de peligro. Es necesario, además, dejar transcurrir el tiempo suficiente para que el polvo, humo y vapores se disipen del área de la explosión antes de permitir el acceso al lugar.
Los preparativos de emergencia son un elemento crucial en el proceso de planificación de la demolición. Los trabajadores deben conocer el modo de responder a situaciones de emergencia y se deben planificar, explicar y publicar las rutas de evacuación. Los centros médicos o de emergencias locales deben indicarse y anunciarse en un sitio de fácil acceso con los números de teléfono y las direcciones correspondientes. También debe disponerse en el lugar de trabajo los equipos de primeros auxilios y de reanimación cardiopulmonar (RCP), junto con los nombres de las personas certificadas en su uso.
El área de la demolición deberá estar claramente marcada para asegurar que solo se permita la entrada del personal autorizado al área restringida del sitio.
Noticia extraida de "El Faro de Ceuta" 04-03-2010
